¿Qué hacemos mientras dormimos? (3ªparte)

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Por Joaquín Cámara

En la segunda parte de este artículo estuvimos profundizando en dos experiencias fundamentales: cómo ayudamos en el plano astral y qué sucede cuando nos llevan a los lugares de sanación. En esta tercera y última parte, hablaremos de las ocasiones en las que vamos hasta el mundo espiritual, cómo nos influyen las corrientes astrales y responderemos a las principales dudas que te hayan podido surgir tras la lectura completa del artículo.

Trabajo en el mundo espiritual

En muchas ocasiones no solo visitamos el plano astral mientras dormimos, también accedemos al siguiente plano de consciencia que solemos llamar “mundo espiritual”. Ese es nuestro lugar de origen más cercano, desde donde reencarnamos en la Tierra y a donde regresamos tras la muerte física.

Cuando al dormir vamos a ese espacio, pueden suceder diferentes cosas. Hay ocasiones en las que nos reunimos con nuestro Guía o los Sabios para recibir consejos o información que necesitamos en nuestra vida terrestre. Otras veces, asistimos a reuniones de nuestros grupos de trabajo espirituales, mientras que en otras sencillamente vamos allí a descansar y a recuperar energía.

Luis vino a realizar una regresión a vidas pasadas. Tras ver sus vidas, accedimos hasta el mundo espiritual para poder comprender mejor su actual vida en la Tierra. Mientras estábamos allí, un Sabio pudo explicarle los viajes que realiza a ese lugar mientras duerme:

• [Joaquín]: Cuéntame, ¿qué estáis haciendo ahora?

• [Luis]: Mi Guía ya no está. Ahora yo estoy yendo a una especie de edificio grande, es como una escuela. Tengo la sensación de haber estado ya en este sitio… yo he soñado con esto una vez… Antes de entrar hay como un jardín muy grande, con gente sentada en el césped anotando cosas en libretas… No son libretas, pero es lo más parecido que encuentro para explicártelo. Son como cristales en los que anotan… Cada persona está en lo suyo, pensando y anotando. A lo lejos, a mi derecha, hay un grupo sentado en el suelo escuchando a una mujer que les habla. Ella está sentada encima de una piedra grande y todos la están escuchando con mucha atención.

• ¿Qué aspecto tienen esas personas?

• Emiten luz… son como siluetas de luz, tienen un cuerpo parecido al humano, pero más luminoso. De lejos casi todo es luz, pero al acercarte les ves los rasgos. Ya he entrado a ese edificio.

• Muy bien, ¿y qué haces ahí?

• No lo sé… estoy mirando. Es extraño, porque no sé qué hago aquí, pero a la vez sé que de algún modo que conozco este lugar. Ahora ha llegado una mujer que me sonríe… me acompaña hasta una sala también circular con columnas que la rodean. Hay otras personas sentadas. Me miran al entrar y me sonríen. La energía de este sitio es muy agradable, me siento unido a todos los que están aquí… los siento como compañeros.

• Y una vez que te sientas, ¿alguien se acerca a hablarte?

• No, todos están esperando que llegue alguien. Va a venir un Sabio a hablarnos. Sí, eso es. Ya sé lo que está pasando. Este es mi grupo de trabajo.

• ¿Qué es un grupo de trabajo?

• Somos almas que estamos realizando un mismo trabajo en la Tierra. Aquí es donde nos reunimos para que nos expliquen acerca de nuestra tarea. Sí… yo trabajo con esta gente. Ya está aquí el Sabio.

• ¿Cómo ha entrado? ¿Por la misma puerta que tú?

• No… él se está proyectando. Está como en medio de la sala, pero es… no sé explicarlo, como cuando estás en un cine y se proyecta la película, que se ve esa luz yendo desde la máquina hasta la pantalla… pero en directo. Él está aquí, pero a la vez está en un plano superior. Ahora tengo que estar callado, va a empezar a hablar. [Luis estuvo unos minutos en silencio y después pudo hacerme un resumen de lo que ese Sabio les había explicado sobre su trabajo].

• Y ahora que ha terminado de hablar, ¿qué haces?

• La mujer que antes me ha acompañado a esta sala está ahora a mi lado. Me está hablando. Ella es quien dirige este lugar.

• ¿Y qué te está diciendo?

• Sí… me está recordando que este es mi lugar de trabajo en el mundo espiritual, y que es muy importante que venga aquí cuando se me llama. Dice que por las noches, mientras estoy dormido, es cuando vengo a este sitio a recibir información y a compartir mi experiencia con el resto de mi grupo. Pero me está explicando que hace mucho tiempo que no voy… y que tengo que arreglar eso.

• ¿Y por qué has dejado de ir allí mientras duermes? ¿Qué te explica?

• Me dice que tengo la mente física muy activa… con mucho ruido. El estrés y la ansiedad que estoy teniendo desde hace tiempo me están impidiendo llegar hasta aquí… Pese a esto, hay momentos en los que sí consigo venir, pero llego muy cansado y no puedo prestar atención a casi nada de lo que dicen.

• ¿Qué tiene que ver el estar estresado con no poder acceder a ese espacio?

• El ruido de la mente que he ido acumulando. Ese ruido hace que casi todo el tiempo que estoy dormido me lo pase en el plano astral casi inconsciente, absorbido en los pensamientos y las emociones físicas.

• ¿Y de qué forma te aconseja dormir para poder ir hasta allí sin dificultad?

• Calmando mi mente. Pero me explica que no es solo calmarla justo antes de dormir… que tengo que aprender a calmarla en el día a día. Me dice que haga relajación, o que medite… cualquier cosa que me ayude a aquietar mi ruido mental. Eso servirá.

Las corrientes astrales

Tal y como le explicaban a Luis, cuando estamos saturados de pensamientos y emociones densas en el plano físico, nuestra experiencia en el resto de planos suele verse afectada. De hecho, cuando nos encontramos así es habitual que mientras nuestro cuerpo físico duerme, nuestro cuerpo astral también esté casi inconsciente en  su plano, como si de algún modo durmiera entre los sueños de la mente sin darse cuenta de lo que le rodea. Este suele ser uno de los estados más frecuentes que experimentamos al dormir.

Cuando estamos en ese estado, nuestra vibración se convierte en un aspecto clave. Sabemos que el plano astral tiene diferentes subplanos, de los más altos a los más densos, y nuestro cuerpo semi inconsciente se moverá hacia los lugares que más resuenen con su vibración, arrastrado por esas corrientes de energía astral. Pongamos un ejemplo. Si estás despierto en el mar, puedes nadar a voluntad hacia la zona que prefieras o hasta donde te alcancen tus fuerzas, dependiendo de tu cansancio (como le pasaba a Luis). Sin embargo, si estás en ese mismo mar pero inconsciente, será la corriente la que te lleve de un lugar a otro sin que tú puedas hacer nada. Por tanto, los lugares del astral a los que vayas en ese estado y los seres con quienes te encuentres allí dependerán de tu vibración y no de tu voluntad.

En las diferentes regiones del astral hay personas de todo tipo, como en la Tierra. Gente y lugares amables que te pueden acoger incluso durmiendo (como los refugios de los que hablaba Idoia), zonas de descanso y recuperación (como las que le mostraban a Rocío) y personas y espacios de baja vibración; son lo que llamaríamos en la Tierra “malas compañías”. A un nivel físico no pueden hacernos ningún daño, pero a nivel energético sí pueden aumentar aún más nuestra densidad emocional.

Sabiendo ya todo lo anterior, es fácil imaginar que lo ideal para estar bien en el plano astral (ya no solo mientras dormimos, sino incluso cuando desencarnemos) es acumular en nuestro día a día la menor cantidad de vibración densa posible. Emociones especialmente negativas como el odio, la envidia o el rencor aumentan esta densidad, así como una mente repleta de miedos y pensamientos obsesivos.

Sé que ir modificando todo esto requiere de un trabajando personal importante. De hecho, trascender ese peso al que podríamos llamar sencillamente “sufrimiento”, forma parte de nuestro plan de vida. No es necesario eliminarlo todo para estar bien en el astral, pero sí es importante hacernos conscientes de todas las emociones y pensamientos que nos dominan y nos generan esta vibración.

Una de las cosas más sencillas que podemos hacer antes de dormir y que nos ayudan a mantenernos más seguros durante nuestra estancia en el astral es pedir ayuda a nuestro Guía. Sabemos que, aunque ellos no pueden interferir en las consecuencias de nuestro libre albedrío, sí pueden ayudarnos cuando lo pedimos. Además, en algunas sesiones los Sabios o los Guías le han explicado a los pacientes que, antes de dormir, se visualicen dentro de una esfera de luz durante unos minutos, con la intención de dejarla ahí para estar protegidos durante el sueño. Comprendo que a algunas personas esto les puede parecer algo ritualista, supersticioso o sin valor, sin embargo tienen una explicación perfecta que nos ayuda a entender su importancia.

Cada pensamiento que emitimos desde la emoción y la visualización crea en el plano astral una forma real. Estas formas o elementos son lo que los investigadores más antiguos llaman “formas de pensamiento”, y son las responsables de que, por ejemplo, sepamos que alguien está pensando en nosotros o recibamos una idea o emoción que ha pensado o sentido alguien en otro lugar y no es nuestra. Pues bien, cuando nosotros imaginamos esta esfera de luz, con toda nuestra atención en ella, desde la calma y con la intención de que nos proteja, esa esfera realmente se crea en el plano astral alrededor de nuestro cuerpo durante algunas horas. De hecho, la mayoría de los psicoterapeutas que realizamos técnicas en las que el paciente cambia de plano, como las regresiones o conexiones espirituales, hacemos que los pacientes la visualicen antes de iniciar su viaje.

Dudas frecuentes sobre lo que nos sucede mientras dormimos

¿Por qué yo no tengo sueños o no los recuerdo?

Todas las personas soñamos mientras dormimos. El sueño tiene diferentes fases, una de ellas es la llamada REM. Es aquí cuando se producen los sueños de la mente y los contactos espirituales, ya que es la etapa de mayor profundidad. Si nos despertamos durante esa fase, es más fácil recordar lo que estábamos experimentando. Sin embargo, lo más frecuente al despertar de manera natural es no recordarlos, ya que el cerebro activa un sistema que, a modo de filtro, impide que los sueños se fijen en nuestra memoria. Por eso, incluso aunque los recordemos al despertar, se borran en segundos.

De todas formas, existen diferentes técnicas que suelen ayudarnos a recordarlos. Una de las más sencilla, por ejemplo, es la que explica el profesor de psiquiatría de Harvard Robert Stickgold, el cual señala que repetirse varias veces (al menos tres) la frase “hoy recordaré mis sueños” antes de dormir, da al cerebro la instrucción de recordarlos. Por la mañana, en cuanto despertemos y antes de salir de la cama, anotamos en una hoja todo lo que recordemos del sueño, lo que ayuda a recrearlo y a fijar el recuerdo a corto plazo.

¿Cómo diferencio un sueño de la mente de una experiencia real en otros planos?

Como hemos visto a lo largo de este artículo, en muchas ocasiones los sueños de la mente se producen de manera simultánea a los contactos reales. Por tanto, en una misma experiencia puede haber una parte de sueño mental y un contacto real con otros planos. Hay varios puntos que nos pueden ayudar a distinguirlos:

• Como hemos visto, los sueños puramente mentales son muy difíciles de recordar al despertar; sin embargo, los contactos reales sí suelen recordarse por un tiempo.

• La sensación que queda al despertar tras el contacto real es de alegría y serenidad. Incluso cuando no se recuerda lo vivido, te despiertas con esas sensaciones.

• Cuando conectamos con nuestros seres queridos, ellos siempre nos dan mensajes de esperanza, de supervivencia tras la muerte, tratando así de transmitirnos paz. En ningún caso hay recriminaciones, sufrimiento ni elementos negativos. Cuando hay este tipo de experiencias desagradables o dolorosas se debe a que ha sido un sueño puramente mental que contiene nuestros pensamientos conscientes o inconscientes producidos por el trauma de la pérdida.

 

¿Cómo sé lo que hago mientras duermo?

Si no puedes recordar lo que has experimentado mientras dormías, algo que puede orientarte es observar el tipo de energía, de emociones o de sensaciones con las que te despiertas, antes incluso de que tu mente física comience a hablar.

Si has tenido un contacto son seres queridos, Guías, Sabios o si has recibido una sanación, te despertarás habitualmente en un estado de quietud, liberación o alegría interna, aunque estas sensaciones duren muy pocos minutos.

Si te despiertas con emociones negativas, sensación de densidad o muy cansado (pese a haber dormido el tiempo suficiente), entonces es posible que hayas estado viajando sin rumbo por los subplanos astrales o que tu mente física haya absorbido con sus problemas toda la parte de la experiencia.

 

¿Puedo ir al plano astral o al mundo espiritual sin estar dormido?

Sí, puedes hacerlo de diferentes formas. Todos tenemos la capacidad de ir a estos lugares en cualquier momento, siempre que se den internamente las condiciones necesarias. Y todos tenemos esta capacidad porque, como vimos al principio, estamos habitando todos nuestros cuerpos y todos los planos, por lo que solo hay que cambiar la consciencia de lugar.

Algunos tipos de meditación, por ejemplo, nos ayudan a acallar la mente física y llevar nuestra consciencia de un modo natural a esos otros estados. Por otro lado, las técnicas de conexión espiritual como Darshanum o la hipnosis de regresión a vidas pasadas también nos llevan, de manera guiada y natural, a esos planos sin perder nuestra parte de consciencia física. Otras prácticas como los viajes astrales o sueños lucidos también sirven para conectar con esos planos, aunque requieren mayor práctica y pueden generar confusión si no están guiadas por especialistas.

Finalmente, al plano astral puede accederse de manera artificial mediante el consumo de sustancias. Esta forma de llegar allí está completamente desaconsejada, ya que el estado vibratorio y la consciencia con la que se accede pueden generar importantes problemas emocionales y psicológicos.

Despedida

Espero que esta serie de artículos te hayan ayudado a comprender todo lo que nos sucede mientras dormimos. Estas experiencias nos demuestran, una vez más, que nuestra realidad es mucho más amplia y menos limitada de lo que podemos percibir con nuestros sentidos físicos. También confío en que esta información te haya servido para ampliar la realidad de nuestra auténtica naturaleza multidimensional.

Recuerda que puedes continuar profundizando en este tema a través del libro “Una vida infinita”, en nuestro blog o a través de la comunidad Círculo de Búsqueda en Facebook.

Durante 7 días, los comentarios de esta publicación permanecerán abiertos para que puedas plantearnos tus dudas o compartir tus experiencias acerca de este tema.

Que volvamos a vernos.